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Hacer pellas

¿Qué es "hacer pellas"?

hacer pellas

Hacer pellas, en Madrid, significa faltar a clase, según el diccionario de la RAE es hacer novillos.

El matiz más importante es que este hecho lo lleva a cabo una persona escolarizada, que tiene la obligación de asistir a clase y decide no hacerlo, ya sea por hacer otra actividad más divertida o simplemente porque no le apetece.

En determinadas regiones o localidades utilizan otras expresiones como:

Fumarse la clase, saltarse la clase (Murcia y Madrid)
Latar, copar o colgar clase, palmar, fanar (Galicia)
Hacer campana (Cataluña)
Hacer pirola (Aragón)
Hacerse la piarda, rabona, hacer nonas, hacer la rata, hacerse la mona (Andalucía)
Pirar clase (Asturias y León)
Hacer fuchina, pelarse la clase, fugarse  (Valencia)
Hacer salera (Baleares)
Hacer pira o borota (Euskadi)
Correrse la clase (Cantabria)
Hacerse la huyona (Canarias)
Hacer monta (Extremadura)
Hacer gorra (Cuenca)
Hacerse una guinda (Melilla)

En otros países hispanohablantes utilizan otras locuciones:

Matar la clase (Colombia)
Hacerse la vaca o vaquear, tirarse la pera (Perú y Guatemala)
Pelarse, capear la clase, hacer la cimarra, hacer la chupina, hacer la perra, (Chile y Argentina)
Irse de capiura (El Salvador y Honduras)
Hacer la rata (Uruguay)
Irse de pinta (México)
Irse de jobillos (Puerto Rico)

En los países angloparlantes dicen:

To play hooky
To skip school
To play truant
To bunk off
To ditch school

Origen de la expresión

hacer pellas

La palabra pella viene del latín pilula, diminutivo de pila, que significa pelota. Una pella es una masa que se une y aprieta, regularmente en forma redonda.

Esta expresión tiene su origen a principios del siglo XX, cuando los niños hacían sus propias canicas o bolas para jugar, elaboradas con barro u otros materiales y se quedaban jugando en la calle en lugar de ir a clase.

La otra frase hecha «hacer novillos», hace referencia a la tauromaquia. Un novillo es una res vacuna joven, entre 2 y 4 años de edad.

En la España de principios del siglo XX, muchos jóvenes estudiantes soñaban con ser toreros y faltaban a la escuela para ir a mirar cómo se toreaban a los novillos en las dehesas o ver las ferias de ganado que llegaban de fuera.

Más pronto que tarde, el hecho de faltar a clase a cambio de divertirse o vagar por la calle se acabó denominando con la expresión «hacer novillos». 

Cada región o país atribuye un origen particular a la expresión que se usa para referirse al hecho de que un estudiante falte a clase.

Como conclusión, en mi opinión, lo que tengo claro es que, en ocasiones, estas ausencias llevan al alumno/a a vivir experiencias donde de manera divertida, ociosa y voluntaria aprende habilidades y competencias que no siempre se adquieren dentro del aula.