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Buscarle los tres pies al gato

¿Qué significa buscarle los tres pies al gato?

Buscarles los tres pies al gato es un modismo que decimos de alguien que, en primer lugar, tiene la intención de tentar a la suerte con riesgo de acabar provocando algo peor y, en segundo lugar, se aplica a las personas que con engaños tratan de probar y hacer creer lo imposible.

Ejemplos:

No le quieras buscar los tres pies al gato porque no tienes razón, no me intentes manipular.

Deja de complicarte, no le busques los tres pies al gato.
Aquí se ven los dos pies del gato, no se si rebuscando podríamos encontrar el tercero… puede haber gato encerrado.

Origen de la expresión

Buscarle los tres pies al gato

Originalmente el dicho era “buscar los cinco pies al gato”, pues es imposible encontrar soluciones donde no las hay, es como buscarle cinco pies a un gato, salvo que si confundes el rabo con una pata.

Pero Miguel de Cervantes cambia este dicho en su obra El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Y es que el escritor cuando decía gato se refería al monedero antiguo del que colgaban los dos extremos de la cuerda y para rebuscar dinero utilizaba la expresión “buscarle los tres pies al gato”.

Si queremos encontrar soluciones donde no las hay, es como buscarle cinco pies a un gato, algo imposible.

Otros señalan que el origen de esta expresión está en la poesía, puesto que el pie era una unidad métrica en los antiguos versos griegos y latinos, que luego fue sustituido por lo que acabamos llamando sílaba. Por lo tanto, gato (ga-to) tendría dos pies (dos sílabas), y no intentes buscarle tres.  

 

Buscarle los tres pies al gato

Hay quien apunta que el origen del dicho es “buscarle el traspiés al gato”, ya que gracias a su conocida agilidad es muy difícil que tropiece. Con el paso del tiempo “traspiés” derivó en “tres pies” , pero esta es otra teoría con poco fundamento ya que el gato no tiene pies sino patas. (Esta teoría parece que le busca los tres pies al gato).

En resumen, hay varias teorías sobre el origen de este modismo, y podríamos elaborar otras pero no tengo ganas de buscarle los tres pies al gato.