Según el diccionario de la RAE, CALCOMANÍA es el procedimiento que consiste en pasar de un papel a objetos diversos de madera, porcelana, jabones, juguetes, seda, etc, imágenes coloridas preparadas con trementina.
Lo que conocemos cotidianamente por unas pegatinas en una cartulina que viene con unos dibujos para dibujar sobre la piel una vez humedecido, consiguiéndolas como regalo promocional dentro de los bollos, chicles, snacks…
Manía: Afición exagerada por alguien o algo. (Es un maniático de los coches).
Comúnmente se confunde la palabra con CALCAMONÍA. Hace poco tiempo se hizo un test en redes sociales para ver qué porcentaje de personas que utilizan estas redes confundía el término, y poco más de un 20% lo pronuncia o lo escribe de manera incorrecta (es bastante más común en el lenguaje infantil).
La etimología de la palabra viene del francés décalcomanie.
Rumorología: Durante la década de los 70 y 80 circuló una leyenda urbana, en la que se contaba que las calcomanías llevaban impregnada una sustancia psicoactiva que al adherirse a la piel se transmitía al niño. Esta substancia generalmente se le identificaba como una droga del tipo LSD. La finalidad de esto sería la de inducir a los niños a que se vuelvan adictos a las drogas mediante las calcomanías. Se llegaban incluso a repartir octavillas, panfletos y fotocopias, alertando de este hecho, llevando algunos incluso el anagrama de la Guardia Civil.
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