Significado de la expresión
Cuando utilizamos la expresión dormirse en los laureles nos referimos a relajarse, descuidarse, bajar la guardia, dejar de esforzarse después de haber conseguido algún éxito.
El laurel (del latín laurus) es un árbol cuyas hojas aromáticas son muy usadas como condimento y utilizadas también para preparados medicinales al igual que sus frutos.
EJEMPLOS:
«Has conseguido un ascenso en el trabajo gracias a tu esfuerzo, pero no te duermas en los laureles.»
«Este alumno ha ido aprobando todo durante este curso pero en la última evaluación se está durmiendo en los laureles y puede suspender varias asignaturas si no se pone las pilas.»
«Llevan atacando al equipo contrario durante toda la primera parte y han marcado dos goles, pero después del descanso han aflojado y si siguen dormidos en los laureles van a perder el partido.»
Origen de la expresión
En la Antigua Grecia se coronaba con laurel a los sacerdotes de Apolo, a los poetas y a los atletas.
Cuenta la mitología griega que Eros, molesto por la arrogancia de Apolo, le lanzó una flecha que le hizo enamorarse de Dafne. De la misma manera, le lanzó otra flecha a Dafne que surtía el efecto contrario.
Apolo, que estaba enloquecido de amor por la ninfa Dafne, la persiguió por el bosque sin cesar hasta que ella, huyendo de éste, le pidió ayuda a sus padres. Su madre, Gea, la convirtió en laurel. Apolo llegó tras iniciar Dafne su transformación, y abrazado al árbol dijo entre sollozos: «Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto. Y tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las personas en señal de victoria.»
Varios siglos después, el Imperio Romano usó las guirnaldas de laurel para coronar a los generales invictos y a los emperadores como símbolo de victoria y gloria.
Con los años, ha trascendido el uso del laurel en expresiones como «laureadas», que son las personas que han sido galardonadas con algún premio. («Vicente Aleixandre, poeta español de la Generación del 27, laureado con el Premio Nobel de Literatura en 1977″).
En conclusión, la expresión viene de que cuando muchos de los generales y emperadores romanos habían alcanzado el éxito, dejaban de esforzarse. Se dormían en los laureles.