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Hecho un basilisco

Significado de la expresión

hecho un basilisco

Ponerse hecho un basilisco o estar como un basilisco es una expresión que significa, en lenguaje coloquial, que alguien está extremadamente enfadado o furioso, con una actitud intimidante para quienes lo rodean por su ira y su estado fuera de control. 

Similares: hecho una furia, hecho un energúmeno, hecho una fiera.

Ejemplos

—Mi jefa se puso como un basilisco cuando le dije que no nos iba a dar tiempo a terminar.
—Mi hermano entró en casa hecho un basilisco por una discusión que tuvo con un vecino. 
—El entrenador se puso como un basilisco cuando nos metieron el último gol por un fallo en la defensa.

Origen

hecho un basilisco

El origen de esta expresión viene del símil de alguien furioso con la criatura legendaria de la mitología griega.

Según el diccionario de la RAE, viene del latín basiliscus, y este del griego, βασιλίσκος basilískos «reyezuelo» (pequeño rey). Su primera acepción es un animal fabuloso, al cual se atribuía la propiedad de matar con la vista. La expresión la define como alguien «sumamente airado».

Este ser era descrito como una serpiente gigante con un aliento venenoso letal, rey de las serpientes, con una corona, y con características reptilianas. Nacido de una gallina, salido de un huevo deforme incubado por un sapo o una serpiente durante 9 años.

A lo largo de los siglos ha ido modificando su forma. Desde hace más de 2000 años que empezó siendo algo parecido a una serpiente, pasando por la Edad Media, donde los bestiarios lo describen como hemos visto en el párrafo anterior.

En la Edad Moderna, sabios y doctores defendían su existencia y ya por el siglo XVIII se va convirtiendo en algo fantástico tal y como nos muestran Tolkien y J.K. Rowling o el manga de Saint Seya (los Caballeros del Zodiaco).

Como curiosidad, en la literatura del Siglo de Oro español (S. XVI), numerosos autores como Lope de Vega, Cervantes, Quevedo… describieron la mirada de la amada como la de esta bestia.