Hay palabras que oímos y nos quedamos pensando…¿eso estará bien dicho?, seguro que no viene ni en el diccionario… y es que el Diccionario de la Real Academia Española incorpora palabras nuevas cuando las utiliza un gran número de personas, independientemente de si son vulgares o demasiado coloquiales.
Palabro, arremangar, amigovio, follamigo, arrascar, almondiguilla, asín, apechusques, culamen, pompi o pompis, conceto, otubre, descambiar, uebos, ño, norabuena, albericoque, jonrón, abracadabrante, toballa, bluyín, yin, güisqui, pinchaúvas, apartotel, quitaipón, papahuevos, papichulo, vagamundo, friki o friqui, tuit, espanglish, almóndiga…
Pero no por aparecer en el diccionario quiere decirse que no sean palabras vulgares o en desuso y las podamos emplear en cualquier registro.
Otras palabras que aparecen en el diccionario: Morrear(se), tacataca, palmar, papear, a pachas, calientapollas, la sinhueso, hacerse el longui/s, dedocracia, recena, a mí plin, biruji, roque, fondón, titulitis, encoñarse, cagaprisas, pilates, trepa, garrulo/a, aplatanarse, datáfono, currar, lameculos, a pata, de rositas, de rechupete, de chiripa, a porrillo, santas pascuas, sanseacabó.