En el año 852 Muhammad I, hijo de Abderramán II, llegó a Madrid y construyó una fortificación compuesta de una gran muralla que rodeaba el valle del Manzanares y la Sierra de Guadarrama. Dentro de esta edificó una mezquita de nombre “Almudaina” (de ahí el nombre de la catedral de Madrid, la Almudena).Todo con piedra sacada de las canteras de la Sierra de Madrid. En ese momento fundó Mayrit (Madrid).
Años más tarde, en 1083, el ejército cristiano de Alfonso VI estaba decidido a conquistar esta ciudadela árabe. En plena toma de la actual Madrid, un ágil soldado tomó la determinación de escalar la gran muralla, que medía 12 metros de altura. El soldado era apodado «Gato» por su gran agilidad y desenvoltura escalando, y con una daga se ayudó hincándola en los huecos de las piedras. Una vez en la cima, el soldado cambió la bandera árabe por la cristiana. Esta fue la señal para que la tropa comenzara a tomar la ciudad.
Después de esta hazaña, comenzaron también a llamar gatos a los miembros de su familia. Dicen que pasados unos años se cambió el apellido por Gato y que todos los apedillados así son descendientes del ágil soldado. También dicen que años después se convirtió en un apellido de los más ilustres de la ciudad. No sabemos cuál de estas teorías será verdad, lo que sí sabemos es que a tod@s los nacid@s en Madrid se les conoce como gat@s.
Y también a l@s madrileñ@s al igual que a los gatos, les gusta mucho salir por la noche y hacer vida en la calle, es una ciudad que tiene vida las 24 horas los siete días de la semana.
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