Qué significa "saltarse algo a la torera"?

Saltarse algo a la torera es, según el diccionario de la RAE, una locución verbal coloquial que significa soslayar una obligación o compromiso. En otras palabras, no cumplir o ignorar las normas o los deberes de forma consciente y sin darle importancia.
Y saltar a la torera es otra expresión que significa saltar sobre algo apoyándose en ello y pasando por encima el cuerpo con los pies juntos sin rozarlo, como está haciendo el exjugador de fútbol, Joaquín, en la imagen de arriba.
Ejemplos
—Se saltó a la torera el protocolo y apareció en la boda con chanclas.
—Como te sigas saltando a la torera las señales de tráfico vamos a tener un accidente.
—Mi madre se ha saltado el protocolo de seguridad a la torera.
Origen de la expresión

Obviamente, la expresión viene del mundo de la tauromaquia, donde los toreros tienen que esquivar al toro, suponiendo algo arriesgado, evitándolo directamente.
Tanto el torero, como sus subalternos, los banderilleros o picadores, realizan un salto de emergencia para no enfrentarse al toro.
Desde la Grecia clásica y el Imperio Romano, en los juegos de la tauromaquia, los participantes saltaban por encima del lomo del toro usando una pértiga para ayudarse, evadiendo así o burlando su embestida.
En España, se practica la tauromaquia desde el siglo XII, en la Edad Media. Siglos después, el pintor español Francisco de Goya, representó la tauromaquia en un conjunto de 33 grabados publicados en el año 1816. Uno de ellos lo podemos ver en la imagen anterior.
Igual que el torero salta al toro sin encararlo de frente, quien se salta algo a la torera evita afrontar una obligación o norma, sorteándola. De ahí que con el tiempo, la expresión acabase trasladándose al lenguaje cotidiano.

Las primeras tauromaquias surgieron en la isla griega de Creta, y en la primera mitad del siglo 20, en España, surgió el arte de los recortadores, un espectáculo donde el recortador (torero) con la única ayuda de su cuerpo (o en ocasiones la pértiga, palo o garrocha) realiza piruetas ante la embestida del toro con recortes, quiebros o saltos por encima enfrentándose al animal en igualdad de condiciones.
En la imagen anterior podemos ver a un recortador en la plaza de toros de Tudela, Navarra.