Significado de la expresión
Cuando le decimos a alguien » a mí no no me engañas, que se te ve el plumero« o le comentamos a alguien «a esta persona se le ve el plumero« queremos decir que notamos cuales son sus intenciones en el fondo, y normalmente no suelen ser buenas.
Es una expresión coloquial que usamos cuando vemos que detrás del comportamiento de alguien hay un interés oculto.
Origen de la expresión
En el año 1812 se creó una Milicia Nacional en las Cortes de Cádiz formada por voluntarios con ideales progresistas para defender la causa liberal en España (defendían la soberanía de las Cortes). Estos portaban unos gorros coronados por una cresta de plumas.
Los absolutistas (enemigos de las reformas y partidarios del Antiguo Régimen) no estaban de acuerdo con la creación de este movimiento y cada vez que surgía algún tipo de discusión donde se dejaba asomar la ideología, si detectaban que alguien tenía ideas liberales, le asociaban al plumero («a este liberal le asoma el plumero, este es un afrancesado, se le ve el plumero») y se acabó derivando en la expresión que conocemos actualmente.
Hoy en día no tiene nada que ver la expresión con las ideas liberales de aquella época, simplemente cuando vemos que hay cierta intención o interés que alguien intenta disimular pero nos damos cuenta, decimos que se le ve el plumero.