Significado de Cruzar el Rubicón
Cruzar el Rubicón (pasar o atravesar) es una expresión que se utiliza para describir el momento en el que una persona toma una decisión crucial o irreversible, generalmente con consecuencias significativas.
En ocasiones nos lanzamos valientemente a algo con un riesgo elevado y sin vuelta atrás, sin tener o teniendo en cuenta que el cementerio está lleno de valientes, pero aún así lo hacemos.
Ese ahora o nunca, ese punto de no retorno en el que lo que has hecho tiene unas consecuencias irreversibles. Eso sucede cuando has pasado el Rubicón.
Origen de la expresión
Alguna vez hemos oído eso de «hemos venido a jugar» o «la suerte está echada», pues en el siguiente hecho confluyen las dos expresiones además de la que da título a esta entrada.
Esta expresión tiene su origen en el río Rubicón, situado al norte de Italia, un río poco profundo que desemboca en el mar Adriático y debe su nombre a su color rubí por el terreno arcilloso.
Actualmente no parece tener gran importancia, pero hace algo más de 2000 años este río no podía cruzarlo de manera legal ningún general romano con su ejército armado, según el derecho romano.
Este río marcaba el límite entre Roma y la provincia romana de la Galia Cisalpina (donde para los romanos vivían los celtas, bárbaros o extranjeros).
El hecho de que el político, militar y gobernador Julio César cruzase el Rubicón con sus tropas armadas ocasionó una guerra civil pero se paró a reflexionar unos instantes antes de cruzar la orilla y pronunciar aquello de alea iacta est (la suerte está echada) que empiece el juego.
Aquel acontecimiento dio lugar a la segunda guerra civil, a la guerra de las Galias, el nacimiento del Imperio Romano (aunque Julio César nunca llegó a ser emperador), sin embrago después de él, los emperadores que hubo después llevaban el título de César en su honor…
En resumen, cruzar el río Rubicón con sus tropas no cambió el cauce del río pero sí el de la historia.
P.D. "Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos... ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor..."