Desmontando el bulo
Fuck es una palabra y una expresión coloquial vulgar cada vez más utilizada a nivel internacional, que se utiliza en inglés, normalmente como palabrota o exabrupto, y significa joder, mierda, ¡coño!, follar, fastidiar, molestar, penetrar sexualmente, estropear, etc.
Se puede utilizar como sustantivo, interjección, y como verbo que se puede conjugar dando lugar a numerosas expresiones malsonantes, que traducidas al español serían que te jodan, que le den por culo, vete a la mierda, entre otras.
Existen varias teorías sobre el origen de esta palabra. La más extendida, y además errónea, es la de acrónimos formados por palabras como: “Fornication Under Consent of the King” (fornicando bajo el permiso del Rey) o “For Unlawful Carnal Knowledge” (por tratos carnales contra la Ley).
Estas teorías sobre los acrónimos pertenecen a las leyendas urbanas y rumorologías, y el Oxford English Dictionary sugiere que la palabra viene de un manuscrito de 1528 encontrado en Oxford.
Además, desde el siglo XIII, existen apellidos relacionados con el término, como Fucker, Fukkebotere, Fuckebegger…
Otra teoría surgió de Paul Booth, historiador e investigador de la Universidad de Keele, Inglaterra, que encontró el uso más antiguo hallado hasta la actualidad, registrado en un documento judicial del año 1310.
La palabra, utilizada con sentido de connotación sexual, fue escrita por el secretario de un juzgado del condado de Chester en el caso contra un reo que intentó en vano copular con una mujer.
A mediados del siglo XIX se prohibió el término en todos los medios impresos del Reino Unido tras aprobarse la Ley británica de publicaciones obscenas, aunque siguió utilizándose oralmente, y hasta 1966 no apareció en ningún diccionario inglés.
Origen de la expresión
La teoría más aceptada por los lingüistas es que fuck proviene de las lenguas germánicas. Se cree que deriva de verbos como el neerlandés “fokken” (reproducirse), el alemán “fricken” (golpear), el sueco “focka” (golpear o cortar), o el noruego antiguo “fukke” (copular).
Las teorías sobre los acrónimos se desmontan porque se necesitan evidencias documentales que respalden esta idea, y no existen. Asimismo, los acrónimos en la lengua inglesa no se empezaron a utilizar hasta el siglo XX, a diferencia del español o del latín, que los utilizaba hace más de 2000 años (INRI-Iesvs Nazarenvs Rex Iudaeorum, por ejemplo).
Volviendo al caso del acrónimo de Fornication Under Consent of the King, cuenta la leyenda urbana que cuando la gente quería tener hijos, tenían que pedir consentimiento al Rey para poder consumar, y si recibían el beneplácito de este, les otorgaba un cartel que debían colgar de la puerta de sus hogares informando al resto de habitantes que se autorizaba, por parte del monarca la cópula con fines reproductivos.
La idea de que el rey pudiera emitir miles, si no millones, de autorizaciones para actos sexuales es simplemente absurda desde una perspectiva administrativa.
La teoría del otro acrónimo, For Unlawful Carnal Knowledge, es una forma abreviada del crimen por el que se acusaba a las trabajadoras sexuales en la Inglaterra victoriana. Aunque esta teoría nunca ha sido comprobada, se ha arraigado en la cultura popular.
En resumen, esta palabra, tabú durante siglos por su vulgaridad, tiene un origen etimológico ligado tanto a la violencia física como a los actos sexuales.