Saltar al contenido

Fulano, Mengano, Zutano y Perengano

El origen de Fulanito y su familia

En la imagen vemos un anuncio español de vermut Cinzano de hace años

Según la Real Academia Española, la palabra fulano procede etimológicamente del árabe hispano fulán, que significa “este hombre”

Cuando hablamos de “Fulano” aludimos a alguien cuyo nombre se ignora o no se quiere expresar:
“Esta mañana ha venido un fulano preguntando por la vecina”.

Persona indeterminada o imaginaria:
“Si llega Fulanito a buscar trabajo con ese aspecto, no le dan el puesto”.

“En este documento tiene que poner: Fulano de tal, expone que…”

También puede utilizarse para hablar despectivamente de alguien:
“Menudo fulano está hecho, se va siempre sin pagar”.

Cuando se usa en femenino también puede usarse como sinónimo despectivo de prostituta:
“Esa calle siempre está llena de fulanas“.
Por eso cuando hablemos de una persona del género femenino y no sepamos su nombre, es preferible decir “Fulanita” para evitar equivocaciones.

Cuando decimos “fulano de tal” queremos decir que el nombre va acompañado del apellido.

Hay veces que queremos hablar de más de una persona y nombramos a Fulanit@, Menganit@, Zutanit@, Citranit@ y Perenganit@ (o expresados sin diminutivos), los usamos como personas imaginarias, nombres genéricos, por no poner nombres y dar lugar a malas interpretaciones.

Cuando no sabemos el nombre de alguien, lo sustituimos por “fulano” y de la misma manera nosotros seremos fulanos para otras personas que no recuerden o sepan nuestro nombre, no siempre hay que tomárselo de forma despectiva, aunque parezca que nos tratan de “cualquiera”.

El nombre más usado es Fulano, o Fulanito, y el siguiente más usado es el de Mengano o Menganito. Cuando hablamos de dos personas decimos “Fulano y Mengano”. Este otro nombre viene también del árabe “man kan” y significa “quien sea”.

Zutano, Citano o Citrano, es el tercero más usado y tiene su origen en la palabra del latín “scitanus” que viene de “scitus”, que significa “sabido” y se empleaba para sustituir el nombre de una persona ya conocida. (Es algo así como un “éste”).

Con Perengano el origen es algo incierto, es el más joven de los cuatro y al parecer viene de juntar el tan común apellido castellano Pérez con Mengano y resultar Perengano.

Siempre van en el mismo orden: Fulano, Mengano, Zutano (o Citrano o Citano) y Perengano.

“Mi abuelo me contó varias veces esa historia de que cuando era pequeño, el alcalde de su pueblo Fulano de tal, le puso una placa a la calle donde estaba la tahona con el nombre de Menganita de tal… pero nunca me acuerdo de los nombres que me dijo…”. 

2 comentarios en «Fulano, Mengano, Zutano y Perengano»

  1. Pingback: Perico de los Palotes - Horchata y palomitas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *