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Mano de santo

Significado de la expresión

mano de santo

Decimos coloquialmente que algo es mano de santo cuando queremos expresar que algo tiene un efecto inmediato y casi milagroso, un remedio para solucionar un problema o aliviar una situación.

El diccionario de la RAE lo define como remedio que consigue del todo o prontamente su efecto.

Ejemplos

—Un vaso de agua caliente con miel, jengibre y limón es mano de santo para la garganta.
—Ha llegado ese jugador al equipo y ha sido mano de santo, ahora no pierden ningún partido.
—La risa es mano de santo para el alma.

Origen

mano de santo

No hay un registro histórico exacto sobre el origen de esta expresión, pero está relacionada con la profunda religiosidad que ha caracterizado a sociedades pasadas.

Concretamente, la religión católica ha manifestado esa devoción por las reliquias atribuyéndoles propiedades mágicas y curativas. 

Una reliquia, en este caso, no es más que la parte del cuerpo de un santo, aunque en algunas ocasiones es algo que ha sido tocado por un santo. La mano ha sido el símbolo más venerado de este, puede que por su vinculación con la curación o sanación.

La mano de un santo se asociaba con su poder de sanación o ayuda, por lo que decir que algo es mano de santo implica que tiene un poder similar al de un santo para resolver un problema de manera rápida y efectiva.

Los santos, por lo general, son hombres o mujeres a las que se atribuye la capacidad de interceder ante Dios para conceder milagros.

Como reflexión, piensa que todo lo que experimentamos a diario, desde lo más simple hasta lo más complejo, es el resultado del trabajo de muchas manos.