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Ni chicha ni limoná

¿Qué quiere decir "ni chicha ni limoná"?

Ni chicha ni limoná

Ni chicha ni limonada o ni chicha ni limoná (como antiguamente lo pronunciaban los madrileños) es una expresión o modismo que decimos coloquialmente para expresar que algo es de poca importancia, insustancial.

Hay quien utiliza esta expresión para referirse a algo que no es ni una cosa ni otra (que está entre Pinto y Valdemoro), pero después vemos el origen del modismo y sacaremos conclusiones. 

Ejemplos:

Resultado 1-1 en el partido, ni chicha ni limoná.
Los Oscars de este año han pasado desapercibidos, ni chicha ni limonada.

¿Qué es la chicha?

chicha

La chicha, según el diccionario de la RAE es, además de cómo le llamamos a la carne comestible (en el argot infantil se utiliza mucho esta palabra cuando se refiere a pavo, pollo, mortadela, ternera, jamón, etc.), también se utiliza como locución coloquial de poca importancia, despreciable (algo que es de chicha y nabo, que no tiene chicha o que tiene poca chicha). 

Origen de la expresión

Hay otra acepción, que es la que encaja en la expresión de este post, que describe la chicha como bebida alcohólica que resulta de la fermentación del maíz en agua azucarada y que se usa en algunos países de América. (En otros lugares de América se hace con arroz, leche y especias, en algunas culturas no lleva alcohol, etc.).

La limonada (o limoná) es una bebida refrescante muy común en las fiestas de la Paloma en Madrid (en pleno mes de Agosto con el calor) hecha a base de limón, azúcar y agua. Aunque la receta original de esta Verbena, además de limón y azúcar, lleva vino blanco, canela y gaseosa. 

Pues bien, ahora ya sabemos que la chicha y la limoná son bebidas refrescantes, vamos a ver el origen de la expresión.

La chicha era consumida por muchos pueblos indígenas del continente americano como parte de su alimento, era una bebida de baja graduación, pero cuando llegaron los españoles, las chicherías se acabaron convirtiendo en tabernas, empezaron a servir chicha pasada de fermentación, y los españoles llevaron a esas chicherías la limonada típica de Castilla.

Cuando se agotaban estas bebidas colgaban carteles en la puerta donde ponía “ni chicha ni limoná”, con lo que dejaban de ser esos locales de esparcimiento y diversión en que se habían convertido. Si no había ni chicha ni limoná, no había interés para entrar.

En resumen, la chicha es una bebida alcohólica en algunos países centroamericanos, y la limoná es refrescante y suave. Por lo que ni chicha ni limoná es una comparación en el sentido de no ser ni una cosa ni otra.

Para concluir, algo que no tiene ni chicha ni limoná, es que no vale para nada, es baladí.