Qué significa tener mala pata
Tener mala pata es una expresión que significa lo mismo que tener mala suerte.
Hoy me he levantado con mala pata; he derramado el café, después he cogido el envase por la tapa, se ha abierto y se me ha caído al suelo...
He llegado tarde a comprar porque me ha entretenido una vecina y me han cerrado la puerta del mercado en las narices, ¡qué mala pata!
Origen de la expresión
Hay cantidad de supersticiones que vamos heredando de nuestros antepasados, y proceden tanto del mundo laboral del campo, como de la vida marítima, o de entornos rurales, etc.
Cuántas veces no hemos oído a alguien decir que se le ha cruzado un gato negro, que si es martes trece, que si ha derramado sal, que si el pan está al revés, que si ha pasado debajo de una escalera, que si juegas con unas muletas sin estar lesionado, que si vistes de amarillo…
Y luego hay otras supersticiones relacionadas con la buena suerte como soplar una pestaña, cruzar los dedos, apagar soplando todas las velas de la tarta en el cumpleaños, una herradura, un trébol de cuatro hojas, tocar madera…
En esta entrada nos vamos a centrar en la pata de conejo.
Nuestros antepasados celtas tenían al conejo como un animal que daba buena suerte, de esto hace unos 2500 años. Y así lo creían porque al vivir el conejo en madrigueras debajo de la tierra, se pensaba que podían comunicarse con los espíritus del más allá.
Pero unos cuantos años después de esto, antes del año 0, se extendió por Europa en el mundo de la magia y la hechicería la creencia de que las patas de conejo daban buena suerte, que aquello era bueno para la fertilidad, para sanar el mal de ojo, librarse de espíritus malignos. En cuanto llegó el cristianismo fue considerado una costumbre pagana, aunque se ha seguido manteniendo hasta hoy como símbolo de buena suerte.
Pues bien, esto no resultaba tan sencillo como parece. Para que la pata de conejo surtiese su efecto debían cumplirse una serie de características tales como por ejemplo: que fuese la pata trasera izquierda, guardarla en el bolsillo izquierdo, el conejo lo tenía que matar un hombre bizco en luna llena, o una persona soltera que cumpliese años el 31 de octubre, etc., de lo contrario no solo no traería buena suerte sino que atraería la mala suerte, es decir, en este caso nos habrían dado una mala pata.
Para concluir, si no sabes la procedencia de la pata de conejo, ni las condiciones de salud del animal, mejor dejarla donde está, no vaya a ser que acabes teniendo mala pata.