Significado de la expresión
La expresión tener mala uva se utiliza coloquialmente cuando nos referimos a una persona (a veces también a animales) que tiene un carácter agrio, gruñona, que tiene malas pulgas o mala leche. Son personas antipáticas que, en ocasiones, no tienen buenas intenciones o son difíciles de tratar.
El diccionario de la RAE define la expresión como mala intención, mal carácter, mal humor.
Debemos distinguir el tener mala uva de estar de mala uva (o levantarse de mala uva), que es estar de mal humor por algún motivo pero es algo momentáneo y puntual.
Ejemplos
—Ese vecino tiene muy mala uva, nadie quiere cruzarse con él.
—La profesora de mi hija tiene muy mala uva, siempre está regañando, castigando, gritando y enfadada.
—Hoy Paco se ha levantado con mala uva, así que no le hables porque muerde.
—Este gato parece muy bueno pero no le toques, que tiene muy mala uva.
Origen de la expresión
La expresión tiene su origen en el lenguaje de los viticultores, dentro del mundo del vino y la agricultura. Como es bien sabido, el vino se elabora a partir de la uva.
Desde el siglo XVIII, en regiones como La Rioja, Castilla-La Mancha, o Cataluña, era común llamarle uva a la persona ebria o borracha (ahora decimos ¡qué pedo lleva!, antes se diría ¡menuda uva tiene!).
Por lo tanto, si alguien se pasaba bebiendo vino, o tenía mal beber porque se volvía agresivo, áspero, violento o se le agriaba el carácter, se decía que tenía mala uva, es decir, mal beber, mala borrachera.
Así, se empezó a decir que alguien tenía mala uva cuando se ponía desagradable bajo los efectos del alcohol (fuese el que fuese, no solo con el vino).
Poco a poco, la expresión se fue desligando del vino y del alcohol y pasó al lenguaje coloquial para describir a cualquier persona con mal genio o carácter difícil, incluso estando sobria.
De esta manera es como fue evolucionando esta expresión hasta la actualidad.