¿Qué significa irse al carajo?
Irse al carajo o mandar a alguien al carajo son expresiones coloquiales malsonantes. En el caso de la primera significa que algo está estropeado, roto, o que tiene mal fin:
La llave de la puerta se ha ido al carajo por forzarla.
Mandar a alguien al carajo es rechazarlo con insolencia y desdén:
¡Vete al carajo ya y déjame en paz!
Origen de la expresión
Según algunas teorías, se dice que el origen de la expresión viene de los antiguos buques, donde el carajo era una pequeña canasta situada en lo alto del palo mayor. Se trataba de un lugar inestable por estar en lo alto del mástil y se notaba más el movimiento del barco, el viento, la temperatura, etc.
El carajo era un lugar en el que ningún marinero quería estar, pero era el primero que avistaba tierra, y además, desde lo alto podía avistar otros barcos. Era donde iba subido el vigía. En ocasiones, castigaban a algún marinero y lo mandaban al carajo.
No obstante, no encuentro relación con este significado en el diccionario de la RAE, sin embargo, la caraja es una vela cuadrada situada en el botalón (palo delantero del barco). Los palos perpendiculares del barco se llaman vergas. Y el carajo siempre se le ha llamado al miembro viril, esto sí está en el diccionario de la RAE. Así pues, sacad vuestras propias conclusiones.
Si nos vamos a la etimología de la palabra, es decir, su raíz, el origen de esta, podemos comprobar que tiene un origen prerromano de la palabra charax (καραξ), cuyo significado es estaca. Sin embargo, filólogos, romanistas y expertos en estas lenguas concluyen que esta palabra tiene un origen incierto.
Lo que está claro es que su uso histórico está relacionado con el miembro viril, dando lugar a expresiones vulgares, desde antes de que hubiese barcos con esas canastas (cofas) en la parte alta del palo mayor.
Otras expresiones
Si buscamos en el diccionario de la RAE, encontramos diferentes expresiones con distintos significados:
¡Carajo! Para expresar sorpresa, contrariedad, etc. ¡Carajo, cómo llueve!
Del carajo, puede significar muy grande o muy intenso: —Hace un frío del carajo.
También puede significar algo despreciable o molesto: —Es un impresentable del carajo.
Un carajo, puede significar muy poco o nada: —Me importa un carajo. —No vale un carajo.
¿Qué carajo? denota fuerte negación, decisión, contrariedad, etc. —¿Qué carajo me estás contando?
¡Al carajo! para expresar un fuerte rechazo de algo o de alguien. —Al carajo con este restaurante, no vuelvo a venir aquí.
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