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Ser como el perro del hortelano

¿Qué quiere decir "ser como el perro del hortelano"?

Decimos de alguien que es como el perro del hortelano (o parece) cuando no solo no se aprovecha o disfruta de algo sino que no permite que lo hagan los demás. Se suele continuar el dicho «es como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer».

Ejemplos:

Eres como el perro del hortelano, te sirves toda la jarra y ni te la bebes ni dejas nada a los demás.
Se pone en medio y no sale ni deja salir a nadie, parece el perro del hortelano.

De pequeño, ni jugaba con su pelota ni dejaba que los demás jugasen, era como el perro del hortelano.

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ser el perro del hortelano

El origen de esta expresión surge de una fábula, que es un relato ficticio en el que los protagonistas suelen ser animales, personas o seres inanimados, y tienen una moraleja al final del cuento porque su objetivo es didáctico.

Las fábulas tienen su origen en Oriente, y llegaron a España a través de los griegos y los romanos. Concretamente esta fábula se le atribuye a Esopo (600 a. C).

El perro del hortelano es el chucho que cuida los huertos y cultivos de su amo, y puesto que este no es vegetariano puede cuidar bien del vergel impidiendo que los demás animales puedan comer sus plantas o sus frutos, (y pisotearlo), por lo que el buey de esta fábula le reprocha al perro que «ni come, ni deja comer».

Siglos más tarde, en la Edad Media y el Renacimiento, numerosos escritores de la literatura española hicieron alusión a esta fábula. El más conocido fue Lope de Vega con su obra «El perro del hortelano» (publicada en Madrid en 1618).

En 1996, Pilar Miró dirigió su última película antes de su fallecimiento, El perro del hortelano, ganadora de 7 premios Goya.