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Leer la cartilla

¿Qué significa leer la cartilla?

Leer la cartilla significa regañar, echar en cara de manera severa, echar la bronca si no cumple con sus obligaciones. Es una locución verbal coloquial que se puede conjugar, pero no se trata de un modismo, sino de un dicho.

También existen las expresiones cantarle la cartilla a alguien (que significa lo mismo), saber la cartilla o tener aprendida la cartilla (haber recibido instrucciones sobre el modo de proceder en determinado asunto), no saber la cartilla (ignorar los principios de un arte u oficio).

Ejemplos:

En el programa de radio le han leído la cartilla a un tertuliano por decir comentarios de mal gusto.
Como sigas escaqueándote en el trabajo tu jefe te va a leer la cartilla.
El médico me ha leído la cartilla cuando ha visto los resultados de las analíticas.

¿De dónde viene esta expresión?

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No he encontrado un origen exacto de esta expresión, pero ya aparecía este modismo en la obra picaresca de 1624 “El donado hablador: Vida y aventuras de Alonso, mozo de muchos amos” compuesta por el doctor Gerónimo de Alcalá, Yañez y Rivera. Al parecer la expresión venía del mundo militar.

Primero hay que aclarar lo que es una cartilla. La primera definición que encuentro dice que es un cuaderno pequeño, impreso, que contiene las letras del alfabeto y los primeros rudimentos para aprender a leer.  El diccionario de la RAE nos da tres acepciones más.

Concretamente, la cartilla militar, es una cartilla que se da al soldado cuando se licencia y en la que se hacen constar, además de los datos personales, las normas básicas, los saberes y las obligaciones a las que está sujeto.

Anécdota

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La Guardia Civil es una de las dos fuerzas de seguridad de ámbito nacional en España. Fue creada en 1844 mediante Real Decreto, y reformada dos meses más tarde por el primer director general de la Guardia Civil, Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II duque de Ahumada.

Este fundador elaboró en 1845 la Cartilla del Guardia Civil, un verdadero código moral para los componentes de la Benemérita, aunque digno de otros tiempos. Trata cuestiones como la obligación de afeitarse tres veces por semana, limpiarse las uñas, no usar palabras malsonantes o palabrotas, mantener la higiene, no perder botones ni corchetes del uniforme, etc. 

El incumplimiento de alguno de los puntos de la cartilla podía ser motivo de sanción e incluso expulsión del Cuerpo.
Periódicamente los mandos se la leían en público a los guardias y comprobaban que cumplían el reglamento.

Como cuerpo de origen militar, la Benemérita tomó del ejército las costumbres de la cartilla, pero ya se sabía desde muchos años atrás lo que significaba leerle la cartilla a alguien.

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